sábado, 20 de diciembre de 2008

Vacuidad

I
Aquí estamos
paradas sobre el piso de madera
con carne sobre los huesos
y ropa sobre la carne.

II
Allá caminamos
llenando las pupilas en escaparates
vaciando bolsillos
con lo último de Dior.

III
Acá sucumbimos
frente al retrete casero
con nauseas de vida vacía,
que no digirió.

3 comentarios:

Luis Alvaz dijo...

nada de pseudo, usted es escritora y punto...

Lauris Anais dijo...

mmmmm qué rico!!!

ja!

querida: qué qué vieja!?!?!

=S

ya estás de vacas?!?!

don Dom dijo...

Ya,
por fin,
ha llegado el punto
en que no tiemblo,
en que me he acostumbrado,
y me ha consumido la ceguera
de aprender a digerir
toda la angustia.
Ya,
finalmente,
ha ocurrido.
O eso creo.