Aquí estamos
paradas sobre el piso de madera
con carne sobre los huesos
y ropa sobre la carne.
II
Allá caminamos
llenando las pupilas en escaparates
vaciando bolsillos
con lo último de Dior.
III
Acá sucumbimos
frente al retrete casero
con nauseas de vida vacía,
que no digirió.