Olvidarnos del arte
de escribir sus historias
en la lineas de la mano
claudicar del silencio
acariciando el estruendo
del metro suburbano
aniquilar la dignidad
rezando a un dios pagano
en las paginas web
desindividualizarnos
metamorfeando
en conglomerados
de entes
emergentes
erráticos.